Ivette Durán calderón
Aprovechar el éxito ajeno
para parodiar una obra, no es ético, sin embargo y pese a protestas y críticas
variadas, esta actividad es considerada casi un sub-género literario por su
cotidianidad perniciosa.
Algunas de estas obras
pueden llegar a gozar de cierto éxito, otras de ninguno, en todo caso es el
lector quien decide.
El artículo de Lecturtalia que a
continuación ofrezco nos permite conocer más de cerca y a través de ejemplos
esta curiosa actividad, no son escritores negros, tampoco plagiadores, son
autores de obras que jamás escribieron.
Parodias literarias
Si tuviéramos que hacer
recuento de todos esos géneros que podrían considerarse parásitos, es decir,
todos aquellos que se aprovechan del éxito de determinados temas para vender
unos cuantos ejemplares, la lista sería larga sin duda. Desde manuales
esotéricos que se mueven en el farragoso terreno entre lo científico y lo
inventado; libros de dietas o de autoayuda que vomitan datos recopilados de
otros mil libros de dietas o autoayuda; libros rápidos inspirados por el
superventas más reciente; o extensas autobiografías de personas que jamás han
escrito más de tres palabras seguidas; todo nos indica que el mundo del libro
no es siempre un cúmulo de literatura enriquecedora. Dentro de esta tendencia a
apuntarse a la última moda, produciendo un número determinado de palabras para
enviar a imprenta antes de que el público cambie de foco, aparecen de manera
continua las obras paródicas, aquellas que aprovechan el éxito de un libro para
crear otro muy similar de carácter humorístico.
Algunas de estas obras
paródicas no ofrecen mucho más una vez superadas las primeras risas por el
ingenioso título, ya que se limitan a copiar de modo casi íntegro el texto de
la obra original, modificando nombres de personajes y lugares y poco más. Pero
sí ha habido obras que han mantenido calidad suficiente como para gozar, por sí
mismas, de gran aceptación entre el público lector. Uno de los ejemplos más
conocidos es el del libro de 1969 Bored of The Rings (que en España publicó
Devir con el nombre Sopor de los anillos, ya en el 2002, aprovechando el tirón
de las películas de Peter Jackson). Parece ser que Devir se especializa en este
tipo de parodias, ya que también es responsable de la publicación en español de
McAtrix, Star Warped: La juerga de las galaxias y El Jobit, escritas por el
anglosajón Adam Roberts bajo el pseudónimo de A. R. R. R. Roberts No son, ni
mucho menos, las únicas parodias realizadas de estos libros y películas, como
tampoco hay una única parodia de la conocidísima saga de Harry Potter, (aunque
destaca la serie de Barry Trotter). Por supuesto también han aparecido títulos
en formato cómic, como Harry Pórrez, creado por nombres del tebeo tan conocidos
como Enriquecarlos o Vergara.
Y el más reciente en
apuntarse al carro de la parodia ha sido el escritor estadounidense Andrew
Shaffer, quien se ha basado en el nuevo fenómeno literario Fifty Shades of
Grey, una trilogía erótica de tintes sadomasoquistas que se originó como
fanfiction de Crepúsculo y que está arrasando en Amazon. Shaffer ha escrito 50
Shames of Earl Grey (Cincuenta vergüenzas de Earl Grey, suponemos que con Earl
Grey se refiere al popular té de origen británico), mostrándose crítico de la
naturaleza comercial y endeble de la obra original. Sin embargo, la parodia es,
en cierta manera, un homenaje, y podría decirse que la parodia legitima, hace
más real, a la obra original. Puede que Shaffer, en el fondo, le esté haciendo
un favor a E. L. James al reírse de su obra./Fuente: Lecturalia/LIVDUCA
BANALIDADE
ResponderEliminarSob a mira de um revolver
A vida testemunha
Seus últimos instantes.
O gatilho dispara,
Enquanto um corpo em câmera lenta,
Despenca sobre uma poça de estatística.
(Agamenon Troyan)