domingo, 1 de mayo de 2011

Una biblia para ateos “The Good Book” (El Buen Libro)



El filósofo británico A. C. Grayling ha despertado el interés de los lectores del mundo anglosajón gracias a su publicación de una biblia para ateos. Se trata de una recopilación, en un formato muy similar al de la biblia tradicional, de citas de filósofos, historiadores, científicos y grandes pensadores en general de la historia de la humanidad. Aunque todas las citas provienen de personajes reales, en su biblia humanista Grayling no hace mención de sus fuentes, pero son reconocibles algunos de los dichos más populares de grandes como Isaac Newton, Sócrates o Darwin. Grayling pretende compensar de esta manera la ausencia, en su opinión, de un libro de referencia moral para los no creyentes. El autor, que se ha especializado siempre en aspectos éticos relacionados con la búsqueda de la felicidad por parte del hombre contemporáneo, define su obra como un compendio de la búsqueda de lo bueno, de lo que nos hace felices.

Lejos de criticarlo por ello, algunos sectores religiosos incluso lo han apoyado. Algunas voces seculares han apuntado la necesidad de historias diferentes para los no creyentes, que también buscan las cosas buenas de la vida. Grayling apunta a una visión sorprendentemente benévola del ser humano, asegurando que hay más bondad que maldad en el hombre, y que todos debemos estar abiertos a encontrarla, algo para lo que serviría este tomo de versículos de sabiduría histórica. Grayling desconfía de los intentos de constituir una religión humanista, con rituales y formas semejantes a las de las grandes religiones monoteístas, como ya intentó hacer Auguste Comte en su momento, pero insiste en las ventajas de tener un libro semejante en formato a la Biblia cristiana, debido a su composición de pequeños textos, que nos permiten abrir el libro en cualquier página y encontrar una frase sobre la que meditar. A ello ha dedicado este filósofo anglosajón treinta años de su vida.

Y Grayling no es un filósofo cualquiera. Profesor de filosofía de la Universidad de Londres, educado en Oxford, ha publicado más de veinte libros sobre filosofía. Ha sido columnista de The Guardian y The Times, dos de los periódicos anglosajones más importantes, además de ser locutor en varias emisoras de radio. Es editor de varias publicaciones académicas y en 2003 fue miembro del jurado del Premio Man Booker, y fue miembro del Foro Económico Mundial, parte del grupo de mediación entre Occidente y el mundo islámico. También es miembro de la Sociedad Real de Literatura y de la Sociedad Real de las Artes, y fue durante diez años el Secretario Honorífico de la Sociedad Aristotélica, la asociación filosófica más relevante del Reino Unido. En resumen, si alguien iba a construir una biblia para no creyentes, este autor tiene todos los credenciales necesarios. Es curioso que, tal vez para no distraer al lector en su reflexión, estos versículos ateos no incluyan referencia alguna al autor de cada cita, por lo que varios críticos han comentado que su lectura es imposible sin tener una pantalla de ordenador al lado, convenientemente aparcada en Google o algún buscador similar.

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