¡Soy
el rico Potosí!
Cuánto dolor queda en las
callejuelas
por tantos ultrajes a minas e
hijuelas;
surgen los recuerdos… rencor boliviano
acontecimientos de nuestro
altiplano.
¡Quinto Centenario! no cien, ni doscientos
años los que evocan otrora
riquezas,
aquellas que hicieron pugnar
las realezas
soberbios e impíos
avasallamientos.
¿Y el supuesto puente suntuoso
de plata?
¡Unir pudo egregio Potosí y
España!
Nos acongojamos por tan vil
patraña
que dejó pobreza … secuela
escarlata.
El rey de los montes, envidia
de reyes
no es más el entonces “¡del mundo el tesoro!”
sufre silencioso la ausencia
de leyes
anhelante, insigne ¡fiel a su
decoro!
¡Bravos potosinos, demostrad
al mundo,
lo que se consigue con tesón
profundo!
No más perorata, ¡Basta ya de
engaño!
Ya no queda nada, ni plata… ni
estaño.
¡El ínclito cerro se nos hunde
a trozos!
mineros, palliris… se ahogan
en sollozos.
Para preservarlo con
ansia clamemos
y el Bicentenario tristes
celebremos…
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