jueves, 8 de septiembre de 2011

De “puño y letra”, misivas y epístolas de amor, pasión, desengaños y rupturas hechas literatura











Los sms, el correo electrónico, el messenger… Hoy existe un sinfín de medios para comunicarse rápidamente y en tiempo real con nuestra pareja si no estamos a su lado.


Es la manera de mantener viva la llama del amor en la distancia.

Sin embargo, otro medio que, aunque ahora ya más en desuso, ha conseguido enamorar y ha servido para hacer declaraciones de los más profundos sentimientos: las cartas escritas “de puño y letra”.

No hay nada más romántico ni nada más íntimo que recibir una misiva de la persona por la que suspiramos. Y eso es precisamente lo que ha inspirado a más de un autor para desarrollar bellas historias que han enriquecido la Literatura Universal.

Uno de los primeros trabajos de este tipo es Cartas de la monja portuguesa. En el año 1669 es cuando esta religiosa, Mariana Alcoforado, escribe un conjunto de páginas de amor dirigidas al conde Chamilly, que la había seducido y que posteriormente se había marchado a tierras galas olvidándose de dicha aventura.

Sin embargo, para la citada monja era su Apolo, y completamente enamorada le escribió ese conjunto de misivas en las que, de manera abierta, le daba a conocer su pasión por él.

Todas las edades y etapas de la vida son estupendas para vivir el sentimiento más universal del mundo. Y así se refleja en Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso que publicó en el año 1983 el gran escritor español Miguel Delibes. Un relato donde se narra el flirteo y el intercambio de emociones entre un periodista soltero jubilado y una viuda.

Una relación que la mantendrán vía correspondencia a través de una sección de una revista.

Secretos postales

El descubrimiento de unas misivas de tono amoroso son el punto de partida del libro que Judith Arnold publicó en 2001: Cartas de amor prohibidas.

Sally, recogiendo los objetos personales de su marido recién fallecido, es la que descubre la correspondencia que él ocultaba de una chica llamada Laura.

El desconcierto y la desesperación serán los que llevarán a la viuda a ponerse en contacto con el mejor amigo del marido, Todd, quien tampoco conocía nada de esa historia. Ambos, dolidos por el engaño del fallecido, emprenderán una investigación para aclarar lo sucedido. Un proceso durante el cual la llama de la pasión surgirá entre ellos dos.

Un gran secreto es el que esconden también las misivas de la novela A buenas horas cartas de amor. En el año 2000 fue cuando Víctor Andresco lanzó al mercado esta novela que gira en torno al asesinato de un travesti en una parada de autobús. En el esclarecimiento del mismo jugarán un papel fundamental las mencionadas misivas que aparecen junto al cadáver.

El peculiar comisario Emilio González será el encargado de intentar encontrar al asesino usando como principal pista aquellos escritos pues detrás de ellos puede encontrarse el delincuente o la persona que dé luz al caso.

Secretos o pasiones se ocultan detrás de las cartas de estos libros que aquí subrayamos. El punto de conexión, sin duda, que reflejan los sentimientos más profundos del ser humano./ María Merino/LIVDUCA

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