martes, 1 de mayo de 2012

Literatura parodiada


Ivette Durán calderón



Aprovechar el éxito ajeno para parodiar una obra, no es ético, sin embargo y pese a protestas y críticas variadas, esta actividad es considerada casi un sub-género literario por su cotidianidad perniciosa.

Algunas de estas obras pueden llegar a gozar de cierto éxito, otras de ninguno, en todo caso es el lector quien decide.

El artículo de Lecturtalia que a continuación ofrezco nos permite conocer más de cerca y a través de ejemplos esta curiosa actividad, no son escritores negros, tampoco plagiadores, son autores de obras que jamás escribieron.

Parodias literarias

Si tuviéramos que hacer recuento de todos esos géneros que podrían considerarse parásitos, es decir, todos aquellos que se aprovechan del éxito de determinados temas para vender unos cuantos ejemplares, la lista sería larga sin duda. Desde manuales esotéricos que se mueven en el farragoso terreno entre lo científico y lo inventado; libros de dietas o de autoayuda que vomitan datos recopilados de otros mil libros de dietas o autoayuda; libros rápidos inspirados por el superventas más reciente; o extensas autobiografías de personas que jamás han escrito más de tres palabras seguidas; todo nos indica que el mundo del libro no es siempre un cúmulo de literatura enriquecedora. Dentro de esta tendencia a apuntarse a la última moda, produciendo un número determinado de palabras para enviar a imprenta antes de que el público cambie de foco, aparecen de manera continua las obras paródicas, aquellas que aprovechan el éxito de un libro para crear otro muy similar de carácter humorístico.

Algunas de estas obras paródicas no ofrecen mucho más una vez superadas las primeras risas por el ingenioso título, ya que se limitan a copiar de modo casi íntegro el texto de la obra original, modificando nombres de personajes y lugares y poco más. Pero sí ha habido obras que han mantenido calidad suficiente como para gozar, por sí mismas, de gran aceptación entre el público lector. Uno de los ejemplos más conocidos es el del libro de 1969 Bored of The Rings (que en España publicó Devir con el nombre Sopor de los anillos, ya en el 2002, aprovechando el tirón de las películas de Peter Jackson). Parece ser que Devir se especializa en este tipo de parodias, ya que también es responsable de la publicación en español de McAtrix, Star Warped: La juerga de las galaxias y El Jobit, escritas por el anglosajón Adam Roberts bajo el pseudónimo de A. R. R. R. Roberts No son, ni mucho menos, las únicas parodias realizadas de estos libros y películas, como tampoco hay una única parodia de la conocidísima saga de Harry Potter, (aunque destaca la serie de Barry Trotter). Por supuesto también han aparecido títulos en formato cómic, como Harry Pórrez, creado por nombres del tebeo tan conocidos como Enriquecarlos o Vergara.

Y el más reciente en apuntarse al carro de la parodia ha sido el escritor estadounidense Andrew Shaffer, quien se ha basado en el nuevo fenómeno literario Fifty Shades of Grey, una trilogía erótica de tintes sadomasoquistas que se originó como fanfiction de Crepúsculo y que está arrasando en Amazon. Shaffer ha escrito 50 Shames of Earl Grey (Cincuenta vergüenzas de Earl Grey, suponemos que con Earl Grey se refiere al popular té de origen británico), mostrándose crítico de la naturaleza comercial y endeble de la obra original. Sin embargo, la parodia es, en cierta manera, un homenaje, y podría decirse que la parodia legitima, hace más real, a la obra original. Puede que Shaffer, en el fondo, le esté haciendo un favor a E. L. James al reírse de su obra./Fuente: Lecturalia/LIVDUCA